MONASTERIO DE SAINT MARTIN DE CANIGÓ: consagrada en honor a San Martín de Tours, está situada en Francia, en lo alto de la pequeña villa de Casteil, en la comarca del Conflent, departamento de los Pirineos Orientales, región del Languedoc-Rosellón, alzándose tras de un pico rocoso, a 1055 metros de altura, del macizo del Canigó. La parte oriental de las iglesias superpuestas sería el resultado de la primera serie de las obras (consagración en 1009), mientras que la parte occidental se construiría después (consagración 1014 ó 1026 los documentos no coinciden). Tiene dos iglesias, una sobre la otra. Iglesia superior = bóvedas de cañón sostenidas por arcos y columnas con una nave central de 3 x 12 metros.
Las dos iglesias, tanto la abacial como la cripta, son un ejemplo del románico meridional mas primitivo. Tienen dos partes diferenciadas correspondientes a los dos periodos de construcción, durante el primero, alrededor del año 1000, se construyó la parte delantera, la que fue consagrada el año 1009. En la cripta se puede observar que se consolidaron las columnas con pilares de obra a causa del peso excesivo de la iglesia abacial situada encima. Poco tiempo después se inició la segunda etapa en la que se prolongaron las dos iglesias hacia occidente. Notar que los pilares que conforman la capilla superior son de piedras de granito macizas con capiteles tallados con motivos florales y decorativos.
Desde el exterior se pueden apreciar los cuatro ábsides que conforman el testero del templo, observando que en cada uno de ellos existe una ventana abocinada de arco de medio punto, y se decoran por la parte superior con una cenefa de arcos ciegos.
El claustro tiene una función muy significativa en un monasterio: manifestar la ruptura que vive el monje con el mundo exterior para favorecer una vida consagrada totalmente al silencio y a la plegaria. La construcción de este recinto (cuatro galerías cerradas con un jardín interior) también recuerda la dimensión vertical de la vida monástica, dirigida hacia Dios. El actual claustro del monasterio presenta algunos cambios con respecto al modelo original, producidos durante la primera campaña de reconstrucción a comienzos del siglo XX. Al principio se encontraba totalmente cerrado al exterior, y donde actualmente hay una terraza de cara a la montaña, se encontraba la biblioteca o la enfermería. Actualmente se ubican en la terraza la mayoría de los 14 capiteles que se lograron recuperar, además se ha abierto a modo de galería.
Catorce de los capiteles que se dispersaron después de que los monjes abandonasen la abadía se pudieron recuperar durante la primera restauración, y desde entonces están expuestos en el claustro inferior. Se trata de capiteles románicos de los siglos XII y XIII antiguamente colocados en el claustro superior, que no se ha reconstruido. Los relieves representan animales fantásticos, elementos naturales como hojas y temas alegóricos.
ABADÍA DE CLUNY: (Cluni o Clugny) fue fundada en una reserva forestal de caza en la zona de lo que más tarde sería el municipio francés homónimo en el año 910, Guillermo, duque de Aquitania, fundó el monasterio de Cluny en tierras de Borgoña, que donó a los benedictinos, otorgándoles amplios privilegios. Éstos decidieron reformar la regla, la cual restó importancia al trabajo manual e intelectual frente a los oficios divinos. La abadía fue saqueada y destruida en su mayor parte por una turba de revolucionarios en 1790. Hoy, sólo una pequeña parte del conjunto arquitectónico original sobrevive. El plano básico del monasterio constaba de cuatro conjuntos arquitectónicos diferenciados por su funcionalidad. El complejo quedaba articulado en torno al claustro, un área cuadrangular con un jardín en su centro.
La orden benedictina fue clave en la estabilidad conseguida por la sociedad europea del siglo XI, y en parte debido a su estricta adhesión al código benedictino reformado, Cluny se convirtió en el monasterio reconocido como ejemplo del estilo de vida monacal en Occidente desde finales del siglo X. El engrandecimiento de la Orden de Cluny fue el acierto de crear una estructura orgánica centralizadora, frente a la habitual dispersión y disgregación que los monasterios benedictinos habían tenido hasta entonces. Sus abades se empeñaron en convertirlo en una segunda Roma, una aspiración a la que no era ajena la idea de lo bello al servicio de la liturgia, ya que se consideraba que el esplendor y la pureza de las formas externas eran sumamente importantes para honrar a Dios debidamente. Este renovado espíritu religioso propició un nuevo estilo artístico más místico; la austeridad del régimen de vida condujo a la creación de un nuevo espacio arquitectónico. à el Claustro
El monasterio se expandió en torno al claustro, espacio cuadrado abierto con jardín central y una galería abierta que facilita el acceso a las estancias. En el ala norte, la galería del claustro se comunica con la iglesia y en las tres restantes se abren distintas dependencias como la sala capitular, el refectorio y las estancias administrativas.
En el piso superior del claustro se ubican los dormitorios de los monjes, que comunican por una escalera con el transepto de la iglesia. Otras dependencias: Esta distribución es variable según el territorio, el clima, el número de monjes y la riqueza de la comunidad. Otras dependencias como la casa de Abad, la escuela de novicios, el almacén, la bodega, los establos, la hospedería de peregrinos, el huerto y el cementerio. El claustro estaba rodeado por una galería cubierta desde la que se accedía a las diferentes estancias, que comunicaban frecuentemente con la iglesia, el refectorio y la sala capitular. En el segundo piso se situaban los dormitorios de los monjes. En él, los monjes gozaban dé un rincón de paz donde podían recogerse dentro de la comunidad, reflexionar sobre temas espirituales y realizar sus plegarias. Claustro situado al sur de la Iglesia, rodeado de dependencias de almacenamiento y la residencia del abad al oeste; el refectorio de los monjes y la cocina al sur, y las otras capillas y la sala capitular al este. Refectorio à Comedor
Sala capitular: En este lugar se reunía la comunidad de monjes con el abad para hacer el capítulo, es decir, recordar las escrituras de la regla adoptada y conversar sobre asuntos concernientes al monasterio y sus habitantes.
• Iglesia I: 915-927
• Iglesia II: 955 sustituye a Iglesia I à 70 monjes hasta 200 monjes en 1080
• Iglesia III: 1088-1130 (Última fase pagada por los reyes de Castilla y León)
Destrucción después de la Revolución Francesa
En el 1088 se construye Cluny III sobre los cimientos de las Iglesias abaciales de Cluny I (Odón) y se Cluny II (Mayeul). Ya que eran muy pequeñas para la comunidad de los monjes. La Iglesia de Cluny, con planta de cinco naves en el cuerpo principal de la iglesia, posee crucero doble, dándole a la planta forma de cruz arzobispal. Lo precede un atrio ó pórtico de tres naves de 187 m de longitud, con doble crucero, 6 campanarios ó linternas y 12 capillas en el ábside. El santuario estaba rodeado de una girola con cinco capillas absidales.
Tan colosal proyecto, 100 años más tarde, empezó a debilitarse en el aspecto financiero, y su poder empezó a caer a medida que se dispersaba por Europa más de 1000 ordenes, que con el tiempo dejaron de depender de la casa madre, haciéndose cada vez mas autónomos.
Se trataba de una iglesia sin pórtico, sólo con una especie de atrio abierto con galerías porticadas. Por este atrio se accedía a la iglesia, que tenía tres naves, seguramente separadas por pilares de sección circular. Nártex de cinco crujías y tres naves (casi tan largo como una iglesia completa). Había un crucero destacado en planta y una cabecera muy compartimentada con siete capillas en torno a la cabecera. El presbiterio estaba dividido en tres naves. Tenía dos torres a los pies y otra en el crucero.
Nave central, dobles vanes laterales y doble crucero con absidiolas, girola y cinco capillas absidiales. Muros con pocos vanos y contrafuertes, recuerda una fortaleza à Iglesia como castillo de Dios o Fortaleza de la Fe Cristiana
La nave mayor se cubría con bóveda de cañón con arcos dobleros apuntados y las naves bajas con bóveda de arista. Basílica escalonada, donde la luz llega a los tres niveles. Los arcos ojivales y el muro por encima, fueron tratados como una “pantalla de esqueleto”, entre las semi-columnas adosadas que sostenían los arcos transversales de la bóveda de cañón corrido.
El clerestorio, con tres ventanas en cada crujía, y los fustes de los apoyos principales estaban divididos en tres elementos superpuestos. El crucero, de gran iluminación, por sus numerosas ventanas, estaba constituido por tres bóvedas cilíndricas. Al introducirse un segundo crucero, se aumentaron las proporciones del presbiterio que constituyó una estructura centralizada independiente. La fachada occidental de la iglesia tenía en el centro un profundo portal retirado, siendo el primer ejemplo que luego se convertirá en un rasgo característico de las catedrales góticas.
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