ATENAS: Entre las ciudades griegas, Atenas, y dentro de ella la Acrópolis constituye el emblema de la Grecia Antigua. En la época prehistórica la Acrópolis de Atenas, como la mayoría de las acrópolis griegas, era una fortaleza. De hecho todavía hoy es la primera impresión que produce en el que la visita, con sus laderas rocosas cortadas a pico en uno de sus lados. En ella el rey micénico de Atenas tenía su palacio (megaron) protegido, como toda la ciudad, por la diosa Atenea, que tenía allí también su residencia. Con el transcurso del tiempo el terreno de la Acrópolis se fue llenando de templos y otras edificaciones. Hacia mediados del siglo V a. de C., Pericles emprendió en la Acrópolis la realización de un conjunto de construcciones que formaban parte de su programa general de grandes obras. Estas, supervisadas por el escultor Fidias, comenzaron la construcción del Partenón (447-435 a. de C.), prosiguieron con los Propileos (437-432 a. de C.), el Templo de Atenea Nike (427-424 a. de C.) y por último el Erecteion (421-406 a. de C.) Arquitectos y escultores, llegados de toda Grecia, contribuyeron a la realización de este grandioso proyecto.
Propileos: El acceso a la Acrópolis de Atenas se realizaba a través de los Propíleos, edificio de acceso monume ntal ubicado en el extremo oeste de la fortaleza. Esta estructura arquitectónica fue proyectada por Mnesicles quien lo levantó entre el 437 y el 431 a. de C. aunque no sería completamente concluida al quedar los trabajos definitivamente interrumpidos a raíz del comienzo, en ese último año de las Guerras del Peloponeso. La idea de disponer de un edificio de acceso a la Acrópolis tiene su precedente en el Templo de Afaia en Egina aunque aquí a una escala más modesta. Para llevarlo a cabo el arquitecto hubo de salvar tanto los problemas causados por la topografía sobre la que se emplazó el monumento como la necesidad de respetar el muro sagrado de la Acrópolis conocido como Pelárgikon. Los Propíleos se presentan como la doble fachada de un templo próstilo, hexástilo y de orden dórico el exterior y jónico el interior. Contaba además con dos pórticos o alas en los laterales concebidos para permitir el acceso a dos estancias de las que sólo se llegó a construir una que cumplía las funciones de pinacoteca.
Templo de atenea nike: Este pequeño templo dedicado a la diosa Atenea como Nike Aptera o diosa de la victoria se encuentra situado en un espolón de la Acrópolis de Atenas, a escasa distancia de los Propíleos. Se trata de un templo de orden jónico anfipróstilo y tetrástilo e in-antis por el frente principal. El proyecto fue encargado al arquitecto Calícrates para conmemorar el tratado de paz firmado por Kallias con los persas en el año 449 a. de C., aunque su realización se demoró hasta el año 421 a. de C. Una de sus innovaciones más llamativas es que el friso del templo no representa escenas mitológicas sino un acontecimiento histórico, la Batalla de Platea entre griegos y persas.
Erecteion: El Erecteion está situado en el extremo norte de la Acrópolis. Dividido en tres sectores. El central se abre al exterior por medio de una fachada principal de orden jónico, próstilo y hexástilo desde la que se accede a una naos dedicada a Atenea Polias, donde se guardaba una escultura de madera (xoanon) de la diosa que era la principal imagen de culto en Atenas. En el lado norte se desarrolla otro núcleo cuya parte más importante era la naos dedicada a Poseidón Erecteo por ser el ámbito en el que se custodiaba su tumba y el Mar de Sal. Esta sala comunicaba visualmente con el Pórtico de las Cariátides configurado con un mirador que se situaba frente a las terrazas de la Acrópolis y que tenía enfrente el Partenón. Servía como sala dedicada a contener la tumba de Cécrops, el mítico dios-serpiente fundador de Atenas. En el extremo más occidental la fachada ha sido transformada a través de una solución que en parte vino impuesta por el propio desnivel que existe con respecto a la otra parte del templo, quedando prácticamente cerrada al haber sido las columnas sustituidas por semicolumnas adosadas a semipilastras sobre las que en época romana se colocó un cuerpo de ventanas. Desde este extremo se custodiaba una de las reliquias más importantes de toda la Acrópolis de Atenas: el olivo y la roca sagrada que fueron englobados dentro del templo ya que se creía que ambos elementos eran los que aparecían en un mito sobre la disputa entre Atenea y Poseidon por el dominio del Atica según la cual aquél que realizara una proeza mayor obtendría el dominio del territorio. Esta enorme complejidad condicionó la apariencia final del Erecteion. Así, el resultado final se caracteriza por una serie de soluciones dentro de un conjunto que resulta bastante incoherente.
PARTENON: El Partenón fue levantado entre los años 447 y 438 a. de C. siendo, por orden cronológico, el primero de los grandes monumentos de la Acrópolis de Atenas cuya concepción corresponde a Ictino, un genial arquitecto que llegó a escribir incluso un Tratado, por desgracia perdido, en el que explicaba los conceptos y teorías arquitectónicas desarrolladas en la construcción del Partenón. El edificio fue erigido sobre los fundamentos de un templo dórico hexástilo anterior, conocido como Pre-partenón o Hecatómpedon, que estaba en construcción cuando, en el año 480 a. de C. los persas arrasaron la Acrópolis de Atenas.
Planta
El Partenón es un templo de orden dórico, octástilo y además anfipróstilo y períptero. Consta de un pronaos, naos y opistodomos. El primero y el último fueron reducidos a la mínima expresión a costa de una naos o cella bastante más ancha dividida, a su vez, en dos salas de acuerdo a la estructura que ya existía en el Pre-partenón que tuvo que ser respetada por necesidades del culto que se desarrollaba en el interior. En la cella propiamente dicha se albergaba la célebre escultura crisoelefantina de la diosa Atenea Partenos que, paralelamente, estaba realizando Fidias para ese mismo lugar y que conocemos a través del copias del siglo II a. de C. ya que el original se ha perdido. En la sala posterior se guardaban el tesoro de la diosa y los fondos del Estado. Allí se depositó igualmente el tesoro de la primera Liga de Delos, después de su traslado de Delos a Atenas.
En el Partenón aparecen combinados por vez primera elementos de dos órdenes distintos: el dórico, orden dominante que se utiliza en el peristilo, y el jónico, aplicado a algunas zonas de la cella. De hecho, a partir de este momento esta asociación de dos órdenes se iba a imponer como una regla en casi todas las edificaciones de templos griegos.
En la construcción del Partenón se aprecia con total claridad la tendencia a la utilización de un módulo con el fin de conseguir, tanto en planta como en alzado, la armonía y orden entre todas las partes del conjunto y del propio conjunto con sus partes (euritmia) así como la correcta relación proporcional entre todas ellas. Si el Partenón ocupa un lugar privilegiado en la historia de la arquitectura es porque sus autores supieron sumar a su concepción grandiosa una serie de refinamientos casi inapreciables, pero de gran importancia a la hora de conferirle su apariencia de obra perfecta aunque, no obstante, estos refinamientos lo convierten en el menos clásico de los templos del clasicismo. Estos refinamientos es lo que se conoce como las correcciones ópticas, algo que en sí no era novedoso, pues se habían aplicado con anterioridad a otros edificios, pero que aquí se utilizará con gran maestría para lograr una perfecta compensación de los efectos visuales. Pueden sintetizarse en los siguientes:
• En primer lugar, las columnas de los extremos son ligeramente más gruesas que las centrales, para neutralizar la impresión de adelgazamiento provocada por la intensidad de la luz en las esquinas. Por la misma razón, los intercolumnios de la parte central disminuyen para contrarrestar la disminución visual que se produce en los intercolumnios de los extremos.
• En segundo lugar, las columnas del peristilo están ligeramente inclinadas hacia adentro, para evitar que den la sensación de que se caen hacia el espectador.
• En tercer lugar, las metopas aumentan ligeramente de tamaño a media que se aproximan a las
• esquinas.
• En cuarto lugar, el fuste de las columnas es más ancho en la parte central que en los extremos, lo que pretende salvar el engañoso adelgazamiento de la zona central del fuste que produce la contemplación de las columnas a cierta distancia.
• Finalmente todos los elementos horizontales, desde el crepidoma hasta el entablamento, son ligeramente curvos, para salvar el efecto de fuga que se produce en los extremos.
Propileos: El acceso a la Acrópolis de Atenas se realizaba a través de los Propíleos, edificio de acceso monume ntal ubicado en el extremo oeste de la fortaleza. Esta estructura arquitectónica fue proyectada por Mnesicles quien lo levantó entre el 437 y el 431 a. de C. aunque no sería completamente concluida al quedar los trabajos definitivamente interrumpidos a raíz del comienzo, en ese último año de las Guerras del Peloponeso. La idea de disponer de un edificio de acceso a la Acrópolis tiene su precedente en el Templo de Afaia en Egina aunque aquí a una escala más modesta. Para llevarlo a cabo el arquitecto hubo de salvar tanto los problemas causados por la topografía sobre la que se emplazó el monumento como la necesidad de respetar el muro sagrado de la Acrópolis conocido como Pelárgikon. Los Propíleos se presentan como la doble fachada de un templo próstilo, hexástilo y de orden dórico el exterior y jónico el interior. Contaba además con dos pórticos o alas en los laterales concebidos para permitir el acceso a dos estancias de las que sólo se llegó a construir una que cumplía las funciones de pinacoteca.
Templo de atenea nike: Este pequeño templo dedicado a la diosa Atenea como Nike Aptera o diosa de la victoria se encuentra situado en un espolón de la Acrópolis de Atenas, a escasa distancia de los Propíleos. Se trata de un templo de orden jónico anfipróstilo y tetrástilo e in-antis por el frente principal. El proyecto fue encargado al arquitecto Calícrates para conmemorar el tratado de paz firmado por Kallias con los persas en el año 449 a. de C., aunque su realización se demoró hasta el año 421 a. de C. Una de sus innovaciones más llamativas es que el friso del templo no representa escenas mitológicas sino un acontecimiento histórico, la Batalla de Platea entre griegos y persas.
Erecteion: El Erecteion está situado en el extremo norte de la Acrópolis. Dividido en tres sectores. El central se abre al exterior por medio de una fachada principal de orden jónico, próstilo y hexástilo desde la que se accede a una naos dedicada a Atenea Polias, donde se guardaba una escultura de madera (xoanon) de la diosa que era la principal imagen de culto en Atenas. En el lado norte se desarrolla otro núcleo cuya parte más importante era la naos dedicada a Poseidón Erecteo por ser el ámbito en el que se custodiaba su tumba y el Mar de Sal. Esta sala comunicaba visualmente con el Pórtico de las Cariátides configurado con un mirador que se situaba frente a las terrazas de la Acrópolis y que tenía enfrente el Partenón. Servía como sala dedicada a contener la tumba de Cécrops, el mítico dios-serpiente fundador de Atenas. En el extremo más occidental la fachada ha sido transformada a través de una solución que en parte vino impuesta por el propio desnivel que existe con respecto a la otra parte del templo, quedando prácticamente cerrada al haber sido las columnas sustituidas por semicolumnas adosadas a semipilastras sobre las que en época romana se colocó un cuerpo de ventanas. Desde este extremo se custodiaba una de las reliquias más importantes de toda la Acrópolis de Atenas: el olivo y la roca sagrada que fueron englobados dentro del templo ya que se creía que ambos elementos eran los que aparecían en un mito sobre la disputa entre Atenea y Poseidon por el dominio del Atica según la cual aquél que realizara una proeza mayor obtendría el dominio del territorio. Esta enorme complejidad condicionó la apariencia final del Erecteion. Así, el resultado final se caracteriza por una serie de soluciones dentro de un conjunto que resulta bastante incoherente.
PARTENON: El Partenón fue levantado entre los años 447 y 438 a. de C. siendo, por orden cronológico, el primero de los grandes monumentos de la Acrópolis de Atenas cuya concepción corresponde a Ictino, un genial arquitecto que llegó a escribir incluso un Tratado, por desgracia perdido, en el que explicaba los conceptos y teorías arquitectónicas desarrolladas en la construcción del Partenón. El edificio fue erigido sobre los fundamentos de un templo dórico hexástilo anterior, conocido como Pre-partenón o Hecatómpedon, que estaba en construcción cuando, en el año 480 a. de C. los persas arrasaron la Acrópolis de Atenas.
Planta
El Partenón es un templo de orden dórico, octástilo y además anfipróstilo y períptero. Consta de un pronaos, naos y opistodomos. El primero y el último fueron reducidos a la mínima expresión a costa de una naos o cella bastante más ancha dividida, a su vez, en dos salas de acuerdo a la estructura que ya existía en el Pre-partenón que tuvo que ser respetada por necesidades del culto que se desarrollaba en el interior. En la cella propiamente dicha se albergaba la célebre escultura crisoelefantina de la diosa Atenea Partenos que, paralelamente, estaba realizando Fidias para ese mismo lugar y que conocemos a través del copias del siglo II a. de C. ya que el original se ha perdido. En la sala posterior se guardaban el tesoro de la diosa y los fondos del Estado. Allí se depositó igualmente el tesoro de la primera Liga de Delos, después de su traslado de Delos a Atenas.
En el Partenón aparecen combinados por vez primera elementos de dos órdenes distintos: el dórico, orden dominante que se utiliza en el peristilo, y el jónico, aplicado a algunas zonas de la cella. De hecho, a partir de este momento esta asociación de dos órdenes se iba a imponer como una regla en casi todas las edificaciones de templos griegos.
En la construcción del Partenón se aprecia con total claridad la tendencia a la utilización de un módulo con el fin de conseguir, tanto en planta como en alzado, la armonía y orden entre todas las partes del conjunto y del propio conjunto con sus partes (euritmia) así como la correcta relación proporcional entre todas ellas. Si el Partenón ocupa un lugar privilegiado en la historia de la arquitectura es porque sus autores supieron sumar a su concepción grandiosa una serie de refinamientos casi inapreciables, pero de gran importancia a la hora de conferirle su apariencia de obra perfecta aunque, no obstante, estos refinamientos lo convierten en el menos clásico de los templos del clasicismo. Estos refinamientos es lo que se conoce como las correcciones ópticas, algo que en sí no era novedoso, pues se habían aplicado con anterioridad a otros edificios, pero que aquí se utilizará con gran maestría para lograr una perfecta compensación de los efectos visuales. Pueden sintetizarse en los siguientes:
• En primer lugar, las columnas de los extremos son ligeramente más gruesas que las centrales, para neutralizar la impresión de adelgazamiento provocada por la intensidad de la luz en las esquinas. Por la misma razón, los intercolumnios de la parte central disminuyen para contrarrestar la disminución visual que se produce en los intercolumnios de los extremos.
• En segundo lugar, las columnas del peristilo están ligeramente inclinadas hacia adentro, para evitar que den la sensación de que se caen hacia el espectador.
• En tercer lugar, las metopas aumentan ligeramente de tamaño a media que se aproximan a las
• esquinas.
• En cuarto lugar, el fuste de las columnas es más ancho en la parte central que en los extremos, lo que pretende salvar el engañoso adelgazamiento de la zona central del fuste que produce la contemplación de las columnas a cierta distancia.
• Finalmente todos los elementos horizontales, desde el crepidoma hasta el entablamento, son ligeramente curvos, para salvar el efecto de fuga que se produce en los extremos.
El plano en planta no corresponde..
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